Zulay Malavé
Felicidad mi madre, elabora su primer pañuelo a los 15 años de edad, en 1950. Esto como tradición que existía en la época, traída por las religiosas españolas a América. Actualmente mi madre sigue portando su pañuelo de lienzo blanco en su cartera de mano. Hoy en día, luego de ver la convocatoria de Beatriz Schaaf Giesser „Dejemos hablar a nuestras manos“ fui seducida por tal evento y he realizado un pañuelo azul con bordes en tela artesanal, bordado en diferentes fibras: moriche, cáñamo y lino. Este pañuelo lleva por nombre: „La visión del ser desde su interior hacia el exterior“ donde evoco al mundo y los espacios en libertad desde su entorno. El confinamiento nos ha mostrado verdades ocultas, y hoy tengo la oportunidad de reflejar una realidad desde mi taller, utilizando mi creatividad y mi fortaleza. Unidos todos en un solo propósito, salir adelante y victoriosos.
Zulay Malavé Alcazar.
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